Doc.613 nº2

  • Manu Gómez-Álvarez. El largo trayecto de hAcería.

    Manu Gómez-Álvarez. Fundador de hAcería y Zawp
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    Manuel Gómez-Álvarez lleva casi 20 años trabajando desde Zorrozaurre, el off-Bilbao como a él le gusta llamar. Una isla que no aparece en los mapas de las oficinas de turismo, un paraíso de ruinas posindustriales y centro de un ambicioso plan de regeneración urbanística diseñado por la arquitecta anglo-iraní Zaha Hadid. A la espera de la remodelación del barrio, un “while become” de incierta duración, MGA y su equipo, Premio Ercilla 2008 a la labor teatral, siguen trabajando desde hAcería Arteak (1997) y desde ZAWP (2010). Pero la historia de la hAcería, como todas las buenas historias, merece la pena conocerla desde el comienzo.

    Por motivos de trabajo, salgo de Bilbao en 1980, y regreso diez años después. Y al volver a casa, vuelvo a mis inicios. Yo quería ser actor y payaso, era mi ilusión. Ese momento coincide con la apertura de Antxieta, una escuela de teatro que estaba al final del puente de Deusto, y que dirigía Ramón Barea. Por allí pasó mucha gente: El Brujo, Alex Angulo...; estuve dos años.
    El primer año en la escuela preparé una animación para el XII Ciclo de Música Sacra, que en aquel momento organizaba Ars Viva; se hizo en la Plaza Nueva. Gustó tanto que al año siguiente me encargaron la realización de un espectáculo sacro sobre La pasión, vida y muerte en Jesucristo. Queríamos aunar música y lenguaje escénico, actualizar las representaciones clásicas de la pasión como las que se hacen en Durango o en Balmaseda. Para mí fue un reto en el que terminaron involucrándose unas 150 personas. Raúl Llanes se encargó de componer la banda sonora. La pasión se ensayó un fin de semana en BilboRock. Casualidad, lo inauguramos nosotros. A la ETB le gustó y trajo la unidad móvil nº 1, con 7 cámaras. Todo aquello está grabado y lo ponemos en Semana Santa siempre en la hAcería, y nos vemos con 15 años menos, actores, ciento y pico personas… una locura.
    Pero a Ars Viva les hice dos propuestas más: una era el Pentateuco, en la que se involucraron varias academias de danza, muchas de ellas municipales, otras de centros cívicos, otras privadas. Se interpretaron diversos pasajes: el génesis, la manzana, el diluvio universal… Absolutamente emocionante, está todo documentado en super8 y tengo que digitalizarlo, porque hubo propuestas que fueron impresionantes.
    Además, con Felipe Loza y Gurutze Beitia se hizo el Eclesiastés y los proverbios (para lo que me inspiré en las “peleas” entre Dolores Abril y Juanito Valderrama); se utilizó música judeo-cristiana-árabe interpretada por un violinista y el concertino de la sinfónica de Bilbao.
    Ese fue mi primer botxo gordo, pero gordo, gordo. Me lo pidieron de un montón de sitios, pero estaba exhausto. Ciento y pico personas, tres co-guionistas: Alex Guerediaga, Kepa Cubero, y yo como editor o jefe de guionistas. Fue tremendo, la pasión la vivíamos nosotros. Y después de este lío que montamos volví a Antxieta y… se acaba. Antxieta cierra. Toda la energía que se había generado en la Escuela no podía perderse, y decidimos buscar un sitio en Zorrozaurre.
    Éramos unos 12 compañeros: Ikerne Goikoetxea, Miriam Gabrera, Diana Frele, Gurutze Beitia, Leire Ucha, Alex Guerediaga, David González… cada uno aportaba 10.000 pesetas para pagar el alquiler. Yo tenía clara la idea: un txoko en el que en vez de hacer comida se hacían espectáculos.

    Y de ahí vienen mis primeros “Hay que coger un espacio en Zorrozaurre… que yo creo que va a ser”. Que va a ser nada, me he tirado 12 años casi sin farolas. ¡Qué visionario! Luego el tiempo parece que lo está colocando en su sitio. Mi apuesta fue por un motivo igual ingenuo pero también lógico. En la transformación de Bilbao el Euskalduna se convertía en un buque cultural, en Palacio de la Música. Y pensé “tendrán producción propia” y estos mismos talleres que antes trabajaban para el astillero, ahora pueden hacer no sé… decorados,  y por eso me instalé aquí. Pensando en que yo iba a beber del hilo que bebían antes los mismos de los barcos. Ahora se hace cultura, pues yo soy cultura. Pero hay como un cortafuegos, parece que el Euskalduna no hace nada, no sabía que iba a ser un sitio de alquiler. Pero bueno, fue una apuesta y ahí me quedé.

    El nacimiento de hAcería

    La idea del “txoko cultural” no cuaja y en el 97 desaparecen todos mis compañeros y me quedo solo.
    Como ya no contaba con sus aportaciones para pagar el alquiler pienso en formalizar una asociación y optar a alguna subvención y me invento hAcerótica I Festival Erótico de las Artes Escénicas y Audiovisuales y lo programo en plena Aste Nagusia ¡ingenuo de mí!. Me hago mis tarjetas, mis carteles, invito a cuatro o cinco, una sexóloga, hago teatro psicológico hago flamenco con mi amiga Cristina Línegal, a la 1:00 de la madrugada se proyecta cine erótico… No vino nunca nadie. Solo vino uno a ver El imperio de los sentidos y me dijo: “¿Me puedo masturbar?”. Y fue como,¡joder, tengo un espectador y me pregunta si se puede masturbar!; puff, yo no sabía si apagar aquello, si decirle… en fin.
    Pero lo que sí hago es presentar hAcerótica a mi amigo Solazabal, a la gente de TeleBilbao y a la de Canal Bizkaia y, de paso, explicar el proyecto hAcería: Una plataforma de transición entre el amateurismo y el profesionalismo teatral.
    De nuevo la casualidad. Ricardo Bilbao, entonces director de Cultura, vio el programa, le interesó el proyecto y así me concedieron los primeros 6.000 € de subvención. Y ahí empieza ya mi aventura.
    Durante los dos primeros meses seguía solo y sin programación, pero me propuse abrir todos los domingos. Se me caían las lágrimas allí dentro. Aguanté como pude y un día apareció una chica que quería colaborar. Era Idoia Zuloaga, venía de BB.AA. Y con ella empiezan a venir sus amigos, es cuando conozco a Alberto Lomas que ya estaba trabajando con vídeo. Y, poco a poco, la hAcería ya no es un sitio de teatro al uso, es teatro, fotografía, instalaciones, vídeo-creación… Idoia propone un cambio de nombre de hAcería artes escénicas a hAcería Arteak y durante 5 o 6 años es una persona clave para impulsar el proyecto.

    EKINEZ

    hAcería tenía que encontrar un criterio de funcionamiento, posicionar la sala y pensé en sumarnos a la red de salas alternativas de España. Pero ya estaba La Fundición y necesitaba su aval para que nos admitieran. Hablé con ellos y me dijeron: “Manu, tú en tu sitio y yo en el mío”. Fue un pequeño disgusto, pero del defecto haces virtud.
    Entonces me inventé Ekinez, cociéndose, haciendo tablas: una compañía, o un artista, un mes. En total, ocho representaciones. Tiempo suficiente para que la obra madure. Y sistematizamos el proceso de producción, lo que dio lugar al Egin Book.
    Siguiendo esta idea del “start doing” pusimos en marcha So in love, se mantuvo una temporada completa: 48 representaciones. Después lo programó el teatro Campos, allí se hicieron 13 representaciones más. Lo mejor: escuchar a la gente decir: “Me encanta, ha sido genial… pero, tú no la has visto en la hAcería. Es que era otro rollo”.

    La personalidad de Manu Gómez-Álvarez empapa todo el proyecto de hAcería. Acostumbrado a convertir la debilidad en fortaleza, en la hAcería es norma la persistencia, la prioridad a la actuación y el intento de diseminar valor en el entorno con el fin de mejorar el barrio.

    Mi primera profesora de guión fue la guionista de Los ricos también lloran y de Cristal. Era venezolana y me dio dos regalos. Me dijo: “Manu, los mejores casi nunca llegan. Llegan los perseverantes”. Y se me metió lo de la perseverancia.
    Y “Nunca hagas en esta vida nada que no puedas contar”. Estuve un mes rallado con la frase. Tiene que ver con la conciencia y con la desgracia personal. Y es algo que ha regido todo mi proyecto cultural. No me gusta vender motos que no funcionan. El trabajo y la honestidad son algo muy importante. Yo nunca voy a hacer nada que no pueda contar. Que yo pueda contarlo, que mi conciencia esté tranquila, con las consecuencias que sean.

    Premio Ercilla a la labor teatral 2008, acuerdos de colaboración con la Universidad de Deusto dentro del Master de gestión cultural y en el de Producción Artística, sesiones de jazz, un programa de radio, la primera serie de teatro por capítulos, “se me ocurrió hacer una obra de teatro cortada en trece capítulos”, cientos de talleres, conferencias, exposiciones. El camino ha sido largo, pero comienza a dar sus frutos. Y, sin embargo, prefiere hablar de los fracasos.

    Yo le daría más peso y más valor a los fracasos que hemos tenido.
    He tenido fracasos, pero tremendos. Como el taller de música electrónica, me gasté una pasta en un set de DJ y no vino nadie; o cuando intenté emular a Sogecable y cada día me hice un club: los lunes era literatura, los martes música pop, los miércoles teatro contemporáneo. De lunes a domingo cada día un palo de espectáculo y programé siete días a la semana. No venía nadie. Y yo ponía: ¡De lunes a domingo hAcería, el club de los clubs. Elije! Y la gente me decía: “pero a dónde vas programando de lunes a domingo”. Luego me hice de Canal-plus, pues el fútbol. Los domingos fútbol. Y no venía nadie tampoco a ver el partido. Y me decían: “no, es que no tienes copa, prefiero verlo en el bar”.
    Empezamos a alquilar los espacios como plató de grabación. Pero, en cuanto venían los de audio me preguntaban:
    - ¿Oye, y ese ruido? Pop-pop-pop.
    - Ah, es un motor de la carpintería de al lado.
    - Pues yo así no puedo grabar. Lo siento, nos vamos.
    - Ya, olvidé poner “sin audio”, grabación-sin audio.



    Para continuar con la historia del plató, puse un semáforo. Rojo, estamos grabando no se puede abrir la puerta; naranja, proceso abierto, entrar con precaución, y verde, apertura .
    Como era la época en la que todavía había barcos por aquí nos vinieron tres y cuatro veces griegos, rusos… entraban y decían:



    - ¡Fucking!
    - ¡Cómo fucking?
    - Las putas, para tomar y follar.
    - Cómo¡? pero estamos grabando. ¿Es que no ha visto usted la luz roja?



    Red, claro, rojo, club. Hasta que me di cuenta que el pilotito rojo en el lenguaje universal en un puerto al lado de un garito… Y lo arranqué, el semáforo.
    Ha habido momentos que pensaba, no puedo ser tan malo, soy lo peor. Intentas, intentas y no encuentras y dices joder, se me está yendo la olla.

    Ahora la hAcería cuenta con un equipo estable, gente joven que trabaja en áreas concretas, desde la documentación de la memoria histórica de la zona, relaciones con los medios, programación, administración…

    Les dejo absoluta libertad… y luego hablamos. Soy exigente, sobre todo, con el ritmo de trabajo. Un día apareció por aquí un productor de Hollywood, Armand Juliá; este hombre era espectacular y siempre me decía: “Tú, Manu, mete en la lata. Te pones a hacer un corto y que si repetimos la toma, que la luz se ha ido, que no hay raccord. Tienes unas tomas de la hostia, pero al final no lo has podido grabar, o te has comido toda la película. Mételo en la lata”.
    Y es lo mismo que les digo a mi equipo: “Meter en la lata”, luego ya veremos. Todos queremos hacer un buen trabajo, pero el estreno es el día que es, el texto hay que saberlo cuando hay que saberlo. No me puedes decir: dame dos días más… Aunque te comas la mitad del texto, me da lo mismo. Pero sal ya y levántalo. Luego ya veremos, igual descubro que ese texto funciona mejor. Lo mismo con todo, la velocidad, cumplir los plazos es muy importante.
    A veces me siento como el Cid Campeador, tengo que estar. Pero cada vez más es el equipo el que pone en marcha los proyectos o gente que viene de forma puntual y se convierte en referencia durante ese periodo de tiempo. Hay que estar muy abierto a todo lo que aportan, pero con un control. Jerarquía plana pero con un responsable a la cabeza.

    ZAWP. Zorrozaurre work-in-progress

    De repente hay un cambio de gobierno, y el nuevo director de Cultura trae un proyecto que se llama Fábricas de Creación con un criterio que me parece acertado: no empezar de cero, sino alimentar organizaciones que ya estén en marcha. En Zorrozaurre llevábamos ya dos años intentando rehabilitar un pabellón. Había dinero y nos ofrecieron la oportunidad de coger más pabellones. Así surge ZAWP.
    En el caso de ZAWP la referencia es Ruth Mayoral, es socióloga, y la responsable del proyecto. Cogió una idea y le ha dado la dimensión que tiene ahora. Hay mucha gente que se ha incorporado al proyecto y que está sumando. Poco a poco se ha ido empoderando equipos. Hay cosas que fallan y otras cosas que se van estabilizando.

    Off- Bilbao: El toque Zorrozaurre

    Cuando vas a por un mapa a una oficina de turismo no aparece Zorrozaurre, me imagino que cuando se sientan orgullosos y sea muy bonito y cuando el Ayuntamiento considere que es una zona como la Alhóndiga o como el Guggy entonces el mapa, de repente, crecerá y ahí aparecerá la isla. Pero hasta el momento, estamos los que estamos.

    Lo que aquí ocurre es un poco, y me invento el término, off-Bilbao.
    Entiendo Bilbao como una ciudad con diferentes ambientes, articulada por la ría. En Bilbao la Vieja se está trabajando desde hace años y está muy bien, pero desde el otro extremo hay una onda que se está generando.

    El club de los sentidos, de la radio a la tele

    Creo que uno de los principales problemas del sector es el de la visibilidad, por eso siempre he luchado para que una plataforma mediática de la potencia de EITB se implique y permita crear un programa que sea diferente, que los parámetros no sean los de audiencia pero que sea una plataforma que dé visibilidad a mucha gente. Después de un año hemos conseguido un programa que se va a llamar El club de los sentidos (como el programa de radio que se mantuvo en antena dos años) y en mayo, en la parrilla de primavera comenzaremos a emitir.

    Mirando a Europa

    La ribera de Zorrozaurre, antes que industria, fue puerto y queremos recoger ese espíritu de puerto. Antes puerto de entrada y salida de mercancías, ahora de experiencias y conocimientos. Yo quiero que ZAWP y Zorrozaurre se conviertan en el sitio de entrada y salida de referencia.
    Nuestra mirada hacia Europa es constante, no hace mucho estuvimos en Burdeos, en la primera asamblea de Trans Europe Halles que aglutina 150 espacios independientes, formamos parte del Living-Lab, participamos en el Summer-Lab…
    Tenemos cientos de nuevos proyectos, ahora estamos trabajando en un ura-taxi de seis plazas para que las personas que vienen a la hAcería lleguen hasta aquí a través de la ría.
    Seguimos trabajando para lograr entusiasmar a nuestro público.

    Aunque sé que llegará un día en el que la hAcería tendrá vida propia, se levantará una mañana y dirá ya no puedo más, y ella misma dirá se acabó.

    + info:
    www.haceria.com 
    www.zawpbilbao.com

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