Doc.613 nº2

  • Iñaki Garai. Arquitectura, entre la necesidad y la posibilidad.


    Iñaki Garai es socio de la firma de arquitectura ACXT, integrada en el grupo IDOM.
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    La arquitectura no es un arte puro, es un arte de necesidad;  es verdad que tiene un componente artístico, pero previo a ello tiene un componente de servicio a alguien que tiene una necesidad y a quien tú tienes que dar servicio. Sin embargo, no tienes que dar servicio solo a aquel que te paga sino también a aquella sociedad que lo va a sufrir o disfrutar, porque ese edificio se va a insertar en una realidad que es común para todos, que es la ciudad.
    En nuestro caso, los arquitectos estamos en una posición intermedia entre el mundo personal -la interpretación como artista de lo que es el momento cultural que nos toca vivir, nuestra posición ante él, etc.- y el servicio profesional. De hecho, siempre ha habido una cuestión que me ha parecido muy preocupante y es que los arquitectos, cuando salimos de la escuela de arquitectura salimos con “licencia para matar”. Creemos que tenemos derecho a imponer nuestras ideas al cliente y a la sociedad, y esto no debe ser así.

    En determinadas épocas, el arquitecto ha contado con tal crédito de la sociedad que perdió la humildad de ser consciente de que una obra de arquitectura aporta mucho valor pero que una mala obra de arquitectura puede hacer mucho daño. Y, como todo en la vida, yin y yang, has tenido todo el crédito, has hecho lo que te ha dado la gana, y yo creo que ha habido gente muy responsable y muy capaz que lo ha hecho muy bien y otra gente que no lo ha sido tanto. Y, de repente, la profesión pierde el crédito.

    Creo que el primer proyecto de cualquier arquitecto tiene que plantearse con gran humildad y timidez, si recibe un feed-back positivo de la crítica y de la sociedad, probablemente se habrá ganado un margen para, en el siguiente proyecto hacerlo con un poco más de audacia.
    Afortunadamente, creo que nunca se consigue la libertad total de actuación y creo que es algo bueno porque cada vez que me enfrento al papel en blanco, es un reto. No sé si voy a fracasar estrepitosamente o voy a triunfar y eso lo que me hace es implicarme al 200%.

    ESPACIO PÚBLICO

    Al final, cuando nosotros proyectamos arquitectura realmente lo que estamos es ocupando el negativo de lo importante, que es el espacio público.
    La arquitectura es uno de los actores que participa y tiene que ser co-responsable con las actuaciones en el espacio público. Y  tiene que seguir, en ese caso, unas directrices que ha establecido un actor previo que es el urbanista. Desde mi punto de vista, la mejor arquitectura de Bilbao es el ensanche, la estructura del propio ensanche, más allá de la arquitectura.

    Si nos detenemos en una obra como el Guggenheim, cuya expresión física arquitectónica es muy relevante y tiene gran presencia y reconocimiento, lo que más me gusta y en lo que estoy absolutamente de acuerdo es en cómo ha entendido la vinculación del edificio con el espacio público. Me parece absolutamente brillante cómo establece todas las circulaciones a través del edificio, el modo en el que establece la relación con una zona que era industrial; incluso cómo pone en valor, ya no como espacio público sino como elementos esculturales, la relación de un edificio con un puente que ya existe. Creo que la gran aportación de Gehry en el Guggenheim es la articulación del edificio con el resto de la ciudad. Yo he sido muy crítico con el museo porque es una expresión de una cultura que no es la nuestra, pero me parece que es una expresión brillante y, si tiene que hacerse, que sea con ese edificio. 

    DENSIFICACIÓN VS. CIUDAD DIFUSA

    Es una pregunta muy recurrente. Y mi respuesta siempre es: depende. La densidad como enunciado general contra la ocupación indiscriminada del territorio, en principio parece razonable; pero en absoluto es garantía de éxito. También se enunció en el desarrollismo de los 60’ y se crearon unas ciudades que, 40 años después, nos parecen horribles. Sin embargo, hay que entender que había muy poco dinero y muchas necesidades y se hizo lo que se pudo. Pero, ¡cuidado con la herencia que estamos dejando a futuro!
    Holanda, que creo que es una referencia para todos en muchos sentidos, es el país más denso de Europa, tiene ocupación de muy baja densidad y cuando pasas por el territorio holandés es una delicia. Pekín es una ciudad muy densa, pero creo que no ha conseguido enganchar con el ciudadano, sí ha conseguido representar a una nación y esto es un éxito, sin duda. ¿Ha conseguido dar otras respuestas? No.  Hay otras ciudades también muy densas, como Shangai, que ha tenido una capacidad de sintonizar con la vida del ciudadano mucho mejor que Pekín.
    En definitiva, la densidad en sí misma no es una receta de éxito, ni la baja densidad es una receta de fracaso. Cada camino tiene sus oportunidades y sus riesgos. Y si pensamos que, por el mero hecho de asumir uno de los caminos, tenemos éxito, es el principio del fracaso. Los enunciados absolutos me resultan peligrosos porque se acaban convirtiendo en una coartada. Es como la sostenibilidad, con la que nosotros estamos absolutamente comprometidos, pero mal entendida es una coartada. Además de considerar la energía, hay que considerar otra infinidad de variables para lograr una arquitectura de calidad
    Por ejemplo, el caserío es una arquitectura fantástica. Tenía en consideración la sostenibilidad,  por supuesto, pero tenía en consideración infinitas cosas más. Y cuando hay una expresión natural de adaptación a tu entorno, a sus condiciones, a la cultura… y se encuentra ese punto de equilibrio entre toda esa infinidad de variables yo creo que todos reconocemos ahí una arquitectura de calidad.

    HABITABILIDAD

    No cumplimos el requisito que decía Richard Neutra, un gran arquitecto americano de ascendencia europea, que se iba a vivir un mes con sus clientes mientras proyectaba la casa. En el tema de la VPO tenemos a un cliente abstracto, no estamos dando servicio a una persona física concreta que conocemos y sabemos cuáles son sus prioridades. Además, hay enormes limitaciones presupuestarias, como es lógico y como debe de ser,  porque es el dinero de todos y hay que manejarlo con responsabilidad. Y tiene alrededor un cuerpo normativo extraordinariamente vasto con objeto de satisfacer las expectativas de los usuarios.
    La normativa es un arma de doble filo, es el  yin y el yang . La normativa es el garante de que quien reciba ese bien va a tener algo que está bien, pero es la que restringe que pueda tener algo que está mejor, o también que está peor.
    Nosotros podemos explorar, investigar en el ámbito de la VPO pero muy coartados; hay un marco muy estrechito para la investigación y siempre hay un debate sobre cómo ampliar ese marco para descubrir si, efectivamente, hay o no oportunidades para aportar algo. Pero también es verdad que es un gran ámbito de oportunidad porque las administraciones son las que más comprometidas están en explorar cómo debe de ser la vivienda hoy, si no mañana.

    LA POSIBILIDAD DE LOS ESPACIOS COMUNITARIOS

    Es muy interesante; un ámbito que yo propondría explorar, sin duda. Sin embargo, en este momento, los espacios comunitarios están desterrados en el estándar del cumplimiento de las directrices actuales. Ya no es solo el cuerpo normativo, la realidad jurídica, sino lo difícil que es administrar una comunidad de propietarios de vecinos que prácticamente no tienen nada en común y en las que hay un nivel de conflicto alto.

    En la coyuntura actual, la producción de vivienda ha desaparecido y lo que parece que está triunfando es la cooperativa, que ya en sí tiene una vocación de realidad social más rica que la comunidad de propietarios; desde ese entorno, se podría ser más ambicioso en una exploración que potenciara la fortaleza de la comunidad y cómo, efectivamente, hay servicios que podríamos compartir y que sería muy bueno para todos los participantes de la comunidad. 
    Recuerdo una propuesta que hizo mi profesor de proyecto de fin de carrera Don Carlos Sobrini, para un edificio en Pamplona  donde efectivamente tenían lavandería común, comedores comunes… donde la comunidad pasaba a formar parte...

    LA LECTURA DEL ESPACIO INTERIOR: ORIENTE/OCCIDENTE

    Comparemos el palacio Carlos V en Granada, junto con la propia Alhambra (que es una obra que me parece sorprendente para una cultura musulmana), con la arquitectura de la Ciudad Prohibida.
    La arquitectura de Carlos V es un círculo insertado en un cuadrado, que se refiere absolutamente al centro, y el centro lo interpreto como la expresión de la cultura cristiana en la que hay un dios único, una verdad única, una regla.

    En China, tanto en la arquitectura como en la estructura del espacio tradicional, hay unas máximas de equilibrio que establece la cultura taoísta y que se reconocen con mucha claridad en la pintura de paisaje, pero también en las implantaciones de los edificios. Cuando presentamos el proyecto para la sede en Pekín de la escuela de negocios China Europe International Business School, una de las variables de valor que tenía el edificio era que estaba en el punto de equilibrio entre el lago que estaba delante y una montaña; estábamos en el eje. Pero además, en la cultura china no hay nada único, como mínimo es una ambivalencia entre dos opuestos y eso se expresa en su arquitectura que opera siempre en términos de adición de elementos. Es una adición que se va construyendo en el tiempo y se ubica dentro de un muro perimetral, como en el caso de la Ciudad Prohibida.  Ellos operan la realidad compleja, y este equilibrio del yin y del yang, de la multiplicidad, de la realidad múltiple, de la verdad múltiple, de la realidad mutante está presente en la arquitectura china, es sorprendente.
    Pero la suerte es que la arquitectura occidental, en el s. XX,  miró hacia oriente. Frank Lloyd Wright,  Mies van der Rohe… en ellos ya están presentes claves arquitectónicas procedentes de oriente y nosotros somos sus nietos, por lo que también está muy presente en nosotros.

    EDIFICIOS Y VALORES SIMBÓLICOS

    Este es un debate que me resulta muy interesante. En el entorno académico, siempre que se habla de un proyecto arquitectónico se habla de la ‘idea’, esa vinculación con el inconsciente colectivo, esa metáfora que permite a quien lo va a ocupar, a la sociedad que lo recibe, entender su significado.
    Aunque no creo que en  todos los edificios  esa carga metafórica sea clave y fundamental. Tengo que admitir que en un edificio de viviendas no tengo ninguna idea ni ningún concepto, lo que tengo es una actitud, y esa actitud se expresa en muchísimas cosas: en el tipo de espacios que generas para la gente que los va a ocupar, en el tipo de materiales que utilizas para su expresión, en las técnicas que utilizas, en la expresión formal física de ese edificio en su entorno… Esta actitud no es más que el fruto de una lectura contemporánea y, por tanto, el resultado formal es contemporáneo, como efecto de operar con unas tecnologías y sobre unas maneras de vivir que responden al presente.

    Ciertamente, también hay edificios en los que es importante la capacidad de representación, de expresar el carácter de quien lo va a ocupar, como, por ejemplo, en el Edificio de Servicios Generales de la Ertzaintza, en Erandio.
    Estamos hablando de una institución que nos representa a todos y que en nuestro inconsciente tiene una posición; la ertzaintza es quien cuida, pero también es una institución de poder. En este caso, la referencia que utilizamos fue la arquitectura de los Jauntxos: la torre y su relación con el paisaje. El jauntxo era quien ejercía el poder, pero también quien ejercía del cuidado de las personas que dependían de él. Es un tipo de construcción que forma parte de nuestro inconsciente colectivo y nos parecía que se podía establecer un paralelismo y que podíamos encontrar en la arquitectura del pasado las claves para este edificio.
    Pero no es un enunciado, una metáfora absolutamente pura, se mezcla con infinidad de variables que tienen que ver con la realidad contemporánea. Tienes que aprender del pasado, pero tu realidad es de hoy. Por eso esos ejercicios literales de arquitectura donde se copian los valores o las expresiones estéticas del pasado me parecen absolutamente perversos.

    SOSTENIBILIDAD

    En el servicio que damos creemos que tenemos posibilidad para aportar no solo desde el punto de vista de la arquitectura, como hecho cultural, funcional, etc. sino también en todo lo que tiene que ver con la tecnología que mejora la experiencia de las personas que habiten esa arquitectura y que es más responsable con los recursos que compartimos en el conjunto del planeta. Desde un modelo como el nuestro, son variables inherentes. En cualquier proyecto nosotros proponemos al cliente todo ese abanico de posibilidades que existen para hacer de ese proyecto un proyecto excelente. Pero es verdad que quien toma la decisión es el cliente.
    Nuestra misión es tentarles en su compromiso con la sociedad; tentarles y animarles a dar respuesta a ese compromiso con acciones concretas. Y tenemos la suerte de que muchos lo tienen. Desde nuestra iniciativa proponemos investigar en el ámbito de la vivienda para concretar cuáles de estas medidas que se enuncia más eficaces para dar respuesta a los objetivos del cliente son más amortizables, más eficaces, más satisfactorias, o cuáles presentan una dificultad en términos de mantenimiento, de coste o de operación, porque muchas de estas iniciativas requieren de una gestión posterior. Nosotros estamos en esa misión de tentar.

    Ahora mismo nos acaban de adjudicar el proyecto del Palacio Europa, que haremos de la mano con los técnicos del ayuntamiento de Vitoria; en el pliego ya se anunciaban unos objetivos muy ambiciosos en términos de eficiencia energética. En términos económicos, es un proyecto humilde, pero ejemplarizante y punta de lanza para muchas cosas que se pueden hacer después. Y para nosotros estar en esa oportunidad es un privilegio.

    PAISAJE

    Cuando actúas con una realidad artificial como es la arquitectura en un entorno natural tienes todas las posibilidades de empeorar la situación en la que estás operando. El paisaje exige un ejercicio de responsabilidad mayor.
    En ese momento eres consciente de que en cada acción que realizamos, nuestra misión tendría que ser obtener todo ese valor del paisaje y ofrecérselo a la sociedad a través de la arquitectura. Pero todos sabemos que el riesgo es que lo que consigamos sea empeorar la vivencia de ese paisaje y destruir su belleza. En general cuando entramos como arquitectos lo que vamos es a imponernos a un paisaje y ese es un momento de pánico porque el  paisaje tiene tal fuerza, tal complejidad, tiene todo aquello que nos gustaría que la arquitectura declinara, toda esa multiplicidad de lecturas y capacidades de adaptación.
      
    TIRAR O RECICLAR

    Estamos en una sociedad que ya ha despertado del sueño de que todos vamos a ser ricos, que los recursos son ilimitados. Gracias a dios, tenemos una cultura de respeto hacia la naturaleza y hacia el resto de las personas que ocupan este planeta. Y esto va calando en la sociedad y yo creo que ya todos somos más conscientes en este ejercicio de responsabilidad y de inteligencia.
    En la sede de Idom de Bilbao estamos ocupando un edificio que ha sido muchos años una instalación de almacenaje industrial. Es verdad que te limita algunas actuaciones. Nosotros hemos hecho prácticamente de manera simultánea  la nueva sede en Madrid y nuestra nueva sede en Bilbao. El de Madrid es un edificio de nueva planta y hemos introducido iniciativas de eficiencia energética mucho más ambiciosas que las que hemos introducido aquí; pero nosotros aquí por el mero hecho de utilizar un edificio pre-existente ya hemos dado un enorme salto en términos de eficiencia energética, porque hay una estructura que no hay que destruir ni que reciclar o porque no hay estructura nueva que construir.
    Mi opinión personal es que en la medida en que se pueda hay que ser responsables y utilizar lo que tenemos. Hay que ser respetuoso con la memoria histórica, pero tenemos que dar una respuesta contemporánea. Es decir, aprovechar todo mientras sea razonable y cuando requiere un cambio, con respeto hacia lo que había antes, cambiarlo.

    PARTICIPACIÓN

    Creo que en arquitectura la participación de quien va a ser el usuario final es buena, pero la realidad es la que hay y hay que operar en la realidad que tenemos. Y el marco legislativo hace difícil esa participación,

    Es verdad también que la participación absoluta puede colapsar una sociedad. Nosotros hemos operado en la realidad británica donde para aprobar un proyecto tienen que dar su opinión todos y cada uno de los vecinos del distrito de ese proyecto y si hay uno solo que no está de acuerdo, no se hace. Entonces, depende y con cuidado, creo que la participación es necesaria pero hay que hacerla de manera responsable y en la coyuntura cultural, social económica que corresponde.

    EL OBJETIVO DE UNA BANDA DE JAZZ

    Nosotros apostamos por el trabajo en equipo porque este modelo profesional tiene un enorme potencial. Es una apuesta atípica en el entorno del ejercicio profesional y, a veces, muy contestado. Hasta ahora, el arquitecto ha funcionado como un director de orquesta, controlando absolutamente todos los matices de todos y cada uno de los músicos, y nosotros siempre decimos que nos encantaría ser una banda de jazz.  Ese es nuestro objetivo, todavía se ve demasiado a Miles liderando la banda, pero en la medida en que participan John Coltrane y Bill Evans, nuestra percepción es que la partitura es mejor, como hecho de conjunto. Estamos en ese salto, en el que aspiramos a que se aprecie quién ha tocado cada instrumento porque su aportación es creativa. Esta es la razón por la que en los créditos de nuestros proyecto aparece el nombre de todas las personas que han trabajado en él. Naturalmente, este es un proceso largo y seguimos trabajando en ello.

    Mañana es otra vez el principio.

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